La violencia infantil es un problema social que es responsabilidad de todos los ciudadanos y en especial de los profesionales en contacto con la familia y la infancia. Precisamente, los profesores son los que mejor pueden detectar los casos de violencia infantil. El profesor conoce bien a sus alumnos y puede notar fácilmente los cambios que se pueden producir en ellos ante la vivencia de una situación negativa. También, los profesores son una figura de referencia importante para los niños y niñas lo que permite que puedan proporcionarles más protección. Por eso, son los encargados de llevar a cabo las funciones de prevención, detección, notificación de las situaciones de desprotección de los menores y también desarrollar actuaciones y seguirlas.
Los profesores que trabajan en las escuelas, en primer lugar, son los encargados de detectar las señales físicas, de comportamientos y académicas del alumno que indiquen una posible situación de violencia o maltrato infantil, esta fase es la que se conoce como fase de detección. La detección va unida a la observación e información. La observación del niño se debe complementar con la información sobre su entorno y situación socio-familiar. Es muy importante aclarar que la detección siempre debe hacerse evitando hacer juicios apresurados de la situación y no saturar de entrevistas, siempre buscando la complementariedad de la información, es decir, juntando la información conseguida por todos los profesionales que investigan el caso. Una vez detectada la situación de violencia infantil se debe pasar a la fase de notificación.
Una vez pasada la fase de detección, se debe identificar si la situación de violencia detectada es grave o no porque, en fundición de la gravedad, se notificará la situación a los Servicios Sociales de Atención Primaria, o a la Dirección General de Familia y Menor. De esta fase, conocida como la fase de notificación, el encargado de hacer conocer la situación será el director del centro educativo que ha sido previamente informado por el profesor que ha detectado la situación de violencia infantil.
La notificación consiste en la transmisión de la información sobre el menor que se cree que sufre violencia , sus circunstancias y la posible persona o personas que le someten a cualquier tipo de violencia. En definitiva, la fase de notificación permite que se tenga conocimiento de la situación de riesgo y que se pueda actuar para acabar con el sufrimiento del menor.
Otra fase importante es la fase de investigación en la que los profesores tienen la tarea de juntar toda la información sobre la situación lo que va a permitir saber cuáles son las medidas de protección que se deben tomar.
La última fase, es la llamada fase de actuación. Esta fase se trata de un momento en el que ya se ha notificado la situación y es probable que estén actuando los otros servicios (sociales de atención primaria o la Dirección General de familia y menor…etc) y, también, se debe actuar desde la escuela. En este sentido, para que exista una coordinación, la escuela implicada con el menor afectados y los profesionales deben estar disponibles para ir a reuniones conjuntas con los otros servicios que también están actuando, así como a contactos telefónicos y otras formas de intercambio de información o de establecimiento de actuaciones y, en esto, la escuela tiene un papel muy importante.
La escuela es la encargada de desarrollar actuaciones preventivas de violencia infantil. En caso de estar ante una situación menos grave, la escuela se encarga de llevar a cabo programas de prevención primaria dirigidos a todos los alumnos, a los padres y al profesorado y tiene como objetivo reducir y prevenir los problemas de violencia infantil que tienen lugar en las escuelas. Un ejemplo de esto son los programas de prevención de la agresividad entre compañeros y los destinados a hacer entrevistas con la familia del menor afectado por la situación de violencia. En caso de estar ante situaciones más graves se debe notificar el caso a los Servicios Sociales de Atención Primaria o a la Dirección General de Familia y Menor.
Para consultar más información y más detallada sobre los protocolos o fases de actuación a seguir desde las escuelas, se puede acudir a diversos informes a través de los siguientes enlaces.