1. Home
  2. Knowledge Base
  3. Preguntas frecuentes sobre la educación en valores democráticos
  4. ¿De qué hablamos cuando hablamos de Educación y Democracia?

¿De qué hablamos cuando hablamos de Educación y Democracia?


Exactamente igual que las instituciones en un Estado de Derecho contienen unos principios de funcionamiento que están alineados con los principios democráticos, el sistema educativo cumple también con estos mismos principios. Su ejemplo de coherencia y respeto a los principios democráticos suponen un tipo de educación no formal muy importante

Además de estos principios de funcionamiento, en este Observatorio nos interesa evaluar cómo la enseñanza de la democracia se infiltra en el sistema educativo. Es decir, la noción que empleamos en este Observatorio está mucho más dirigida a averiguar qué sucede dentro de los centros educativos. Por eso, cuando hablamos de Educación y Democracia nos referimos especialmente al modo en el que los profesores enseñan en el sistema democrático y los valores que lo sustentan.

El sistema educativo de una democracia

Partimos de la idea de que el sistema democrático diseña y ampara un sistema educativo que revierte en la mejora del propio sistema democrático. Esto sucede, al menos, de tres formas distintas.

La primera es general, mediante la coherencia del sistema educativo con el sistema democrático tanto en su estructura como en su funcionamiento. Es la «democracia del sistema educativo». Con ello nos referimos al derecho a la educación de las personas y el acceso al sistema educativo; la participación de los interesados en la toma de decisiones de los centros educativos; el trato igualitario y no discriminatorio; la gestión democrática de la convivencia en el centro; y la aplicación de los principios democráticos a las relaciones que se establecen dentro del sistema educativo, en resumen.

Podemos señalar algunos indicadores que nos permiten asegurar que el sistema educativo replica el sistema democrático. Algunos ejemplos serían la no discriminación en el acceso a la función pública del profesorado; no discriminación en el acceso a la educación (derecho a la educación); respeto a las decisiones y cultura de los padres o tutores; o libertad de cátedra. Todo aquello que pueda comprenderse dentro de cómo se relaciona el sistema educativo con los ciudadanos (adultos) podría incluirse aquí.

Por otro lado, también habría que evaluar cómo se relaciona el sistema educativo con sus principales destinatarios: el alumndo de los centros. El funcionamiento del sistema educativo, representado en los centros educativos, se orienta también al refuerzo de la democracia. En este sentido, los centros deben tomar decisiones respetuosas con los principios democráticos. Aquí también se pueden encontrar ejemplos tales como los criterios de convivencia escolar; la participación en el sistema de toma de decisiones; la planificación de la docencia; la orientación escolar, etc.

La segunda está relacionada con la función de la educación y la pretensión de que en una democracia, la educación sirva para progresar y mejorar la calidad de vida de las personas. Es la perspectiva relacionada con la «educación para los derechos humanos», que se refiere básicamente al hecho de que gracias a la educación recibida, el ciudadano adulto promueve los derechos de los demás: los médicos a la salud, los abogados al acceso a la justicia, etc.

La tercera es la relacionada con la enseñanza, estrictamente hablando, de los principios y valores de una democracia. La idea de la que democracias eduquen a los ciudadanos dándoles a conocer sus principios fundamentales para generar en ellos el sentido de apropiación, es una vieja exigencia. Es lo que podemos denominar enseñanza de la democracia y está también relacionada con la función del sistema educativo y la exigencia que la Democracia le hace al mismo.

La enseñanza de la democracia en el sistema educativo

Otro tipo de cuestión es la relacionada no tanto con el diseño del sistema educativo sino con los contenidos que imparte. El qué y el cómo se tratan en otro artículo. Aquí simplemente se trata de anotar que la enseñanza de los valores democráticos puede entenderse desde tres ámbitos.

  • El primero, la mejora de la comprensión por parte del alumnado del sistema de toma de decisiones públicas. Es la vertiente clásica del ciudadano informado.
  • Otro, el de la concienzación de los individuos sobre sus derechos, lo que se puede traducir en una capacitación de los menores frente a situaciones de abuso.
  • Por último, el de la concienzación de los individuos acerca de los derechos de los demás, lo que supone una mejora del entorno social que arranca del comportamiento individual.

Si bien los resultados de este tipo de educación son difícilmente medibles y cuantificables, desde la Fundación Gregorio Peces-Barba pensamos que se trata de una obligación innegable que recae sobre el sistema educativo.

La terminología de la educación en derechos humanos

El Observatorio se centra en la relación entre la Educación y la Democracia. Pensamos que es una denominación suficientemente amplia como para integrar las diversas pretensiones que abogan por un fortalecimiento de la enseñanza de los derechos humanos. De esta forma, se encuentra la pretensión de enseñar la Constitución española (!) en los centros educativos dentro del curriculo general; la educación para la ciudadanía, existente en algunas Comunidades Autónomas y promovida por el Consejo de Europa; la ciudadanía global, promovida por las Naciones Unidas, y que consiste en diversos items educativos relacionados con la cultura para la paz, la igualdad de género, la educación para el desarrollo, la diversidad y los derechos humanos.

En nuestra opinión los «derechos humanos» es un referente terminológico que ya agrupa la igualdad y la diversidad, que no serían más que perspectivas (algo) parciales de los mismos. Además, en lo que respecta a la enseñanza de los «derechos humanos», existe una dimensión que se puede traducir en derechos de los individuos, y otra que se refiere a las garantías de los mismos, que sería necesario entender.

Por eso, abogamos por la enseñanza de la Constitución española en las aulas de los centros educativos en España. No sólo se trata de una Constitución moderna que esta alineada con los principios internacionales (y que se debe interpretar de acuerdo con los mismos), sino que incluye también el estudio de qué es un Estado de Derecho.

Compártelo
Actualizado el 22 septiembre 2021

¿Te ha resultado útil?

Artículos relacionados

Need Support?
Can't find the answer you're looking for?
Contact Support